Empédocles de Agrigento
(Εμπεδοκλής)
(Agrigento, h.495/490 – h.435/430 a. C.)

Templo de la Concordia en Akragas (Agrigento)
Audio de la lección.
Empédocles admite cuatro elementos, añadiendo la tierra a los tres que quedan nombrados. Estos elementos subsisten siempre, y no se hacen o devienen; sólo que siendo, ya más, ya menos, se mezclan y se desunen, se agregan y se separan.
(Aristóteles, Metafísica, 1 , 3 )
Estos elementos nunca cesan su continuo cambio. En ocasiones se unen bajo la influencia del Amor y de este modo todo deviene lo Uno. Otras veces se disgregan por la fuerza hostil del Odio y tienen una vida inestable.
Este mismo combate de fuerzas se ve claramente en la masa de los miembros de los mortales. A veces por efecto del Amor todos los miembros que el cuerpo posee se reúnen en unidad en la cima de la vida floreciente Pero otras veces, separados por el Odio cruel vagan por su lado a través de los escollos del mar de la existencia». (Fr. 17 y 20)
“Escucha primero las cuatro raíces de todas las cosas: Zeus resplandeciente, Hera dadora de vida, Edoneo y Nestis, que con sus lágrimas empapa las fuentes de los mortales”
“Ea, escucha mis palabras, pues el aprender acrece la sabiduría. Como antes te dije, al manifestarte los límites de mis palabras, te voy a contar un doble relato: en un tiempo loUno se acreció de la pluralidad y, en otro, del Uno nació por división la multiplicidad:fuego, agua, tierra y la altura inconmensurable del aire y, separada de ellos, la funestaDiscordia, equilibrada por todas partes y, entre ellos, el Amor, igual en extensión y anchura”
“Otra cosa te diré: ningún ser mortal tiene nacimiento, ni existe el fin de la muertedetestable, sino sólo la mezcla y el intercambio de lo que está mezclado —a esto es a lo que llaman nacimiento los hombres”

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