La Mezquita de Córdoba

LA MEZQUITA


Es el monumento en que se manifiesta en todo su esplendor el estilo de vida y de arquitectura de la época del Califato. Marca el inicio del arte hispano-musulmán, que acabaría siete siglos más tarde en las exquisitas dulzuras del arte nazarí de Granada.

La vida religiosa en la Mezquita

El buen musulmán debe rezar cinco veces en el día, las mezquitas además de para la oración servían de punto de reunión, AIJAMA. Desde los púlpitos se promulgaban las disposiciones legales, se comunicaba al pueblo grandes acontecimientos, se bendecían las banderas y los ejércitos cuando salían en campaña y se les recibía gloriosamente cuando regresaban. En los patios se situaban los jueces y, también, se daban las enseñanzas tanto elementales como superiores.

La mezquita llegó a tener cuantiosos bienes, con los que se atendían además de las necesidades materiales del templo (cirios, aceites, empleados y servidores) las limosnas rituales e incluso la casa de los peregrinos pobres, ya que durante una época llegó a ser el equivalente de La Meca para los musulmanes de Occidente.

La mezquita tiene dos singularidades:

v Su orientación, que según las normas de Coraán, debería ser hacia La Meca (sur-este), en el caso de la de Córdoba es hacia el sur (Abderramán I quiso que coincidiera con la orientación que tienen las mezquitas en Damasco).

v La ubicación del MIHRAB, que quedó desplazado hacia un lado cuando en la última ampliación ya no se podía avanzar más por el río, debió hacerse hacia un lateral.

EL EXTERIOR

La planta de la mezquita está constituida por un rectángulo que mide de norte a sur 180m y de este a oeste 130. En el muro occidental se abren las puertas del POSTIGO DE LA LECHE (llamada así porque depositaban ante ella a los niños abandonados ante la iglesia) y la de LOS DEANES de los tiempos de Adb Al-Raman II. Por estas dos puertas se entra al Patio de los Naranjos.

El patio de los Naranjos y la primitiva

Este era el patio de las abluciones de la Mezquita. Hoy está muy reformado. Fue ordenada construir por el emir Adb Al-Rahman I en el 785, con objeto de atender a la creciente población musulmana de la ciudad. La primitiva mezquita poseía once naves en sentido norte-sur y doce tramos de arquerías en dirección este-sur. La nave central es más ancha que las demás. Las columnas están colocadas en un orden relacionado, parece con el color del mármol de sus fustes. Casi todos los capiteles son de origen romano o bizantino y proceden de la basílica cristiana de San Vicente que aquí existía. Los techos eran planos con artesonados de madera tallada y muy bien decorada. El suelo debió ser de ladrillo rojo, al que cubrirían esteras.

Hacia la Mezquita actual

Superando los primeros doce tramos de arquerías, penetramos en la construcción correspondiente a la primera ampliación, realizada en el 833 por mandato de adb Al-Rahman II. Esta ampliación consistió en la prolongación hacia el sur de las once naves, en una profundidad de ocho tramos. Aquí empiezan a aparecer los primeros capiteles tallados por los artesanos cordobeses. Esta construcción fue la más afectada por la destrucción que se hizo en el siglo XVI para intercalar el coro, la capilla mayor y el crucero de la catedral cristiana.

1 pensamiento sobre “La Mezquita de Córdoba”

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    Asi que ya sabeis, a tomar nota 😉 buen post, gracias

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